Tú, y solo tú, eres el dueño de tu voz
Creemos que debes tener la propiedad total de tu voz de IA, al igual que la de verdad. Antes de crearla, verificaremos rápidamente que realmente eres tú. A partir de ahí, puedes compartirla con colegas o colaboradores, para que puedan corregir tus errores cuando no estés disponible. O si prefieres, no la compartas. Es tuya.